El suelo pélvico en las mujeres cumple un rol bastante importante desde el punto de vista fisiológico y sexual, sin embargo, sigue existiendo bastante desinformación sobre esta zona del cuerpo femenino.

Si sufres alguno de estos episodios te interesa esta información:

• Incontinencia de orina y fecal.
• Estreñimiento.
• Dolores lumbares y pélvicos.
• Dispareunia (tener relaciones sexuales con dolor).
• Embarazo inusualmente incómodo. 
• Recuperación postparto.
• Prolapsos (descenso de los órganos intraabdominales).
• Cicatriz por episiotomías, postcirugías.

En este artículo, queremos darte a conocer qué es el suelo pélvico, su importancia, además de cómo recuperarlo y fortalecerlo a través de la fisioterapia y sus últimos avances tecnológicos.

El suelo pélvico es la agrupación de músculos y ligamentos que se encuentran ubicados en la parte inferior de la cavidad abdominal.

Una de las funciones de los músculos del suelo pélvico es la de sostener a los órganos pélvicos en la posición adecuada para asegurar el buen funcionamiento de los mismos. La ejercitación muscular en esta zona puede ocasionar problemas como incontinencia urinaria, prolapso o disfunción sexual.

Una de las peculiaridades que presenta el suelo pélvico es que se adapta a nuestros movimientos, con el fin de mantener una adecuada tensión entre los órganos que se encuentran dentro de la pelvis, cuando hay una alteración en esta área, los órganos pélvicos también se ven afectados.

Lastimosamente, hoy día las funciones pélvicas son bastante desconocidas, irónicamente muy pocas saben que de esta musculatura depende la calidad de vida de todas las mujeres a lo largo de su vida y, por ello, hay que cuidarlo.

El suelo pélvico cumple con estas importantes funciones:

• Como esfínter periuretral: Los especialistas comentan que el suelo pélvico es como un segundo esfínter (aunque anatómicamente no lo es), el cual se encarga de producir una angulación de los orificios, produciendo con ello un aumento de la presión de cierre de la uretra.

• Área de vital importancia durante el parto: La contracción de los elevadores provocan el giro lento y seguro de la cabeza del feto en el canal de parto. Este giro es lo que hace que el bebé pueda avanzar.

• Durante las relaciones sexuales, el suelo pélvico ayuda en el proceso del orgasmo, ya que estos se desencadenan a nivel del suelo pélvico, originando esas contracciones intermitentes; cuando el suelo pélvico se contrae, también ayuda a la dinámica vaginal.

El debilitamiento del suelo pélvico puede manifestarse de diversas formas y los síntomas pueden variar de una persona a otra. Algunos de los síntomas más comunes asociados con el debilitamiento del suelo pélvico incluyen:

Incontinencia urinaria: El debilitamiento de los músculos del suelo pélvico puede resultar en dificultad para controlar la vejiga, lo que puede provocar fugas de orina al toser, estornudar, reír, levantar objetos pesados o realizar actividades físicas.

• Incontinencia fecal: El debilitamiento del suelo pélvico también puede afectar la capacidad de controlar los movimientos intestinales, lo que puede resultar en fugas de heces o dificultad para contener gases.

• Prolapso de órganos pélvicos: El debilitamiento de los músculos y tejidos de soporte del suelo pélvico puede llevar al descenso o protrusión de los órganos pélvicos, como la vejiga, el útero o el recto, a través de la vagina. Esto puede causar sensaciones de presión, incomodidad o abultamiento en la pelvis, así como dolor durante las relaciones sexuales o al estar de pie durante períodos prolongados.

• Dolor pélvico crónico: El debilitamiento del suelo pélvico puede estar asociado con dolor crónico en la región pélvica, el área lumbar, la cadera o los genitales. Este dolor puede ser constante o intermitente y puede empeorar con ciertas actividades físicas o períodos prolongados de estar sentado o de pie.

• Disfunción sexual: El debilitamiento del suelo pélvico puede afectar la función sexual al causar disminución de la sensibilidad vaginal, dificultad para alcanzar el orgasmo o dolor durante las relaciones sexuales.

• Sensación de pesadez o cansancio en la pelvis: Las personas con debilitamiento del suelo pélvico pueden experimentar una sensación de pesadez, fatiga o cansancio en la pelvis, especialmente después de actividades físicas extenuantes o al final del día.

• Dificultad para vaciar la vejiga o el intestino: El debilitamiento del suelo pélvico puede interferir con la función normal de la micción y la defecación, lo que puede resultar en dificultad para vaciar completamente la vejiga o el intestino.

Es importante destacar que los síntomas del debilitamiento del suelo pélvico pueden variar en severidad y pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de la persona. Un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico puede ayudar a diseñar un plan de tratamiento individualizado que aborde estos síntomas y mejore la función del suelo pélvico.

Los principales factores del debilitamiento del suelo pélvico son:

• El estreñimiento crónico: es uno de más comunes que ocasiona un debilitamiento constante del suelo pélvico. El estreñimiento hace que cada evacuación sea una especie de microparto para el suelo pélvico. Por eso, es importante la hidratación y la incorporación de alimentos ricos en fibra.

• El embarazo, parto, postparto y menopausia también son factores que dañan el suelo pélvico, esto ocurre porque se da un proceso de atrofia y sequedad vaginal.

• Otros factores que también contribuyen al debilitamiento del suelo pélvico son los deportes de alto impacto, como es el caso del voleibol o el running, dado que suelen tener una prevalencia de incontinencia de orina del 80%.

Otras causas ligadas al debilitamiento del suelo pélvico son:

• Obesidad.

• Enfermedades respiratorias crónicas y tabaquismo.

• Cirugía ginecológica y/o tratamientos agresivos.

Un suelo pélvico débil puede provocar las siguientes consecuencias:

• Incontinencia: Puede ser leve o grave, según el daño.

• Prolapsos: Caída de los órganos intraabdominales.

• Dolor lumbar: El dolor lumbar puede estar relacionado con disfunciones del suelo pélvico debido a la interconexión y la influencia mutua entre las estructuras musculoesqueléticas y los órganos pélvicos.

• Disfunción sexual: Dolor al tener intimidad y mucha dificultad para llegar al orgasmo o incluso dejar de tenerlos.

No tienes que esperar sentir todos estos síntomas para ir al médico. En ocasiones, solemos normalizar estos síntomas y pensar que son situaciones normales y ¡no es así!

Así como estamos preocupadas por nuestros senos y nuestro cuello uterino, debemos prestarle atención a nuestro suelo pélvico. Es importante visitar con regularidad al ginecólogo y también con un “fisioterapeuta especializado en suelo pélvico” para que examinen y evalúen el estado en el que se encuentra toda la zona de la musculatura pélvica.

Son varios los consejos para prevenir este problema, entre los que destacan:

• Los ejercicios hipopresivos son una alternativa perfecta para ejercitar regularmente los músculos del suelo pélvico.

• Tener buenos hábitos y técnicas para ir al baño.

• Es importante también estar pendiente del régimen alimenticio e incluir en la dieta alimentos ricos en fibra y probióticos.

• Mantener un peso adecuado.

• La postura también juega un rol muy importante, sobre todo, a la hora de estar sentadas.

• Realizar ejercicios de bajo impacto, como es el caso de los abdominales hipopresivos, manejar bicicleta, natación o elíptica.

Dependiendo del grado de debilitamiento del suelo pélvico se puede optar por la fisioterapia, que tiene como objetivo rehabilitar la zona afectada mediante ejercicios y tratamientos concretos. Las sesiones de tratamiento pueden incluir una combinación de las siguientes intervenciones:

• Fisioterapia manual: Terapia manual dirigida a relajar y fortalecer los músculos del suelo pélvico, mejorar la movilidad articular y liberar puntos gatillo miofasciales.

• Ecografía: La ecografía es una herramienta útil en la evaluación del suelo pélvico, ya que permite visualizar las estructuras anatómicas y evaluar la función muscular en tiempo real. Esto puede ayudar en el diagnóstico y tratamiento de diversas condiciones relacionadas con el suelo pélvico, así como en la planificación y seguimiento de la terapia física específica para esta área del cuerpo.

• Ejercicios específicos: Prescribir ejercicios de fortalecimiento, estiramiento y coordinación para los músculos del suelo pélvico, así como ejercicios de respiración diafragmática y técnicas de relajación.

• Educación del paciente: Proporcionar información sobre la anatomía y la función del suelo pélvico, así como consejos sobre cambios en el estilo de vida, hábitos posturales y técnicas de control de la vejiga y el intestino.

• Diatermia: Aplicar la radiofrecuencia de diatermia en el área del suelo pélvico para promover la relajación muscular, mejorar la circulación sanguínea y reducir la inflamación y el dolor y suavizar posibles cicatrices en la piel. 

• Magnetoterapia super inductiva (SIS): Utilizar campos magnéticos pulsados de alta intensidad para estimular la regeneración celular, reducir la inflamación, aliviar el dolor y mejorar la función muscular en el suelo pélvico.

Primera y siguientes consultas de fisioterapia de suelo pélvico en Clínica San Javier:

• Entrevista y apertura clínica: Durante esta fase inicial, el fisioterapeuta realizará una entrevista exhaustiva para comprender la historia clínica del paciente, incluidos antecedentes médicos, cirugías previas, embarazos, partos, problemas urinarios o fecales, y cualquier otra información relevante. Se discutirán los síntomas actuales, como incontinencia urinaria, prolapsos, dolor pélvico, disfunción sexual, entre otros, y cómo afectan la calidad de vida del paciente. Esta entrevista también proporciona al paciente la oportunidad de expresar sus preocupaciones y expectativas con respecto al tratamiento de fisioterapia de suelo pélvico.

• Exploración global postural y específica del abdomen y suelo pélvico: Se llevará a cabo una evaluación postural global para identificar posibles desequilibrios musculares y disfunciones en otras áreas del cuerpo que puedan contribuir a los síntomas del suelo pélvico. Se realizará una exploración específica del abdomen y los músculos del suelo pélvico para evaluar la fuerza, la flexibilidad, el tono muscular y la coordinación. Esto puede incluir pruebas de fuerza muscular, evaluación de los reflejos perineales, evaluación de la sensibilidad y palpación interna o externa para evaluar la función de los músculos del suelo pélvico.

• Diagnóstico y planificación del tratamiento: Basándose en la entrevista y la evaluación física, el fisioterapeuta establecerá un diagnóstico clínico y desarrollará un plan de tratamiento individualizado. El plan de tratamiento puede incluir una combinación de técnicas de fisioterapia, como ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, terapia manual, biofeedback, electroestimulación, técnicas de relajación, educación sobre el control de los músculos del suelo pélvico y cambios en el estilo de vida. Se discutirán los objetivos del tratamiento y se establecerá un plan de seguimiento para monitorear el progreso del paciente a lo largo del tiempo.

• Implementación de técnicas terapéuticas: Durante las sesiones de tratamiento, el fisioterapeuta utilizará una variedad de técnicas terapéuticas para abordar los problemas identificados durante la evaluación inicial. Estas técnicas pueden incluir ejercicios específicos para fortalecer, estirar o relajar los músculos del suelo pélvico, terapia manual para mejorar la movilidad y la función muscular, biofeedback para ayudar al paciente a aprender a controlar los músculos del suelo pélvico, y electroestimulación con Magnetoterapia Super Inductiva para mejorar la fuerza y la coordinación muscular del suelo pélvico o Diatermia.

Para la segunda y siguientes sesiones:

• Siguientes sesiones de tratamiento: En las sesiones de tratamiento posteriores, el fisioterapeuta trabajará con el paciente para implementar el plan de tratamiento establecido. Se realizarán evaluaciones periódicas para monitorear el progreso del paciente y ajustar el plan de tratamiento según sea necesario.

• Informe de alta del tratamiento: Una vez que se hayan alcanzado los objetivos del tratamiento y el paciente haya mejorado en sus síntomas, se proporcionará un informe final que documente el progreso del paciente, los resultados del tratamiento y cualquier recomendación para el cuidado continuo. Este informe puede incluir consejos para el autocuidado y la prevención de recaídas, así como recomendaciones para seguir fortaleciendo los músculos del suelo pélvico y mantener una buena salud pélvica en el futuro.

Cada uno de estos pasos es crucial para proporcionar una atención integral y efectiva en fisioterapia de suelo pélvico, centrándose en las necesidades individuales de cada paciente y trabajando hacia la mejora de su calidad de vida y bienestar.

Desde pequeñas debemos conocer la importancia que posee nuestro suelo pélvico y cómo impacta en nuestra calidad de vida, lamentablemente, actualmente la autoexploración genital sigue siendo un tabú en nuestra sociedad.

Y no necesariamente se relaciona con lo sexual, el saber y conocer cómo funciona esta área tan importante de nuestro cuerpo, nos ayuda a saber lo sensible que es, tanto así que el levantamiento de peso puede ocasionar un impacto negativo.

La magnetoterapia super inductiva es una técnica terapéutica que utiliza campos magnéticos pulsados de alta intensidad para tratar una variedad de condiciones musculoesqueléticas, incluido el suelo pélvico. Aquí os explicamos cómo actúa la magnetoterapia super inductiva en el tratamiento del suelo pélvico:

• Estimulación celular: Los campos magnéticos pulsados generados por el sistema super inductivo penetran profundamente en los tejidos del cuerpo, incluidos los músculos, los nervios y los órganos del suelo pélvico. Estos campos magnéticos estimulan las células del cuerpo, promoviendo la actividad metabólica y la regeneración celular en el área tratada.

• Mejora de la circulación sanguínea: La magnetoterapia super inductiva puede mejorar la circulación sanguínea en el área del suelo pélvico al dilatar los vasos sanguíneos y aumentar el flujo sanguíneo local. Esto puede ayudar a llevar más oxígeno y nutrientes a los tejidos afectados, promoviendo la curación y la recuperación.

• Reducción de la inflamación y el dolor: Los campos magnéticos pulsados tienen propiedades antiinflamatorias y analgésicas que pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor en el suelo pélvico. Esto puede ser beneficioso para pacientes con condiciones como la prostatitis, la endometriosis, el síndrome del dolor pélvico crónico y otras afecciones que causan dolor e inflamación en el área pélvica.

• Estimulación muscular: La magnetoterapia super inductiva puede ayudar a estimular la contracción y relajación de los músculos del suelo pélvico, mejorando así la fuerza, la coordinación y la función muscular en esta área. Esto puede ser especialmente útil en el tratamiento de la incontinencia urinaria, el prolapso de órganos pélvicos y otras disfunciones del suelo pélvico que pueden estar relacionadas con la debilidad muscular.

• Promoción de la recuperación después del parto o la cirugía: La magnetoterapia super inductiva puede acelerar el proceso de recuperación después del parto o la cirugía ginecológica al promover la cicatrización de tejidos, reducir la inflamación y el dolor, y mejorar la función muscular en el suelo pélvico.

Es importante tener en cuenta que, si bien la magnetoterapia super inductiva puede ser beneficiosa como parte de un plan de tratamiento integral para el suelo pélvico, generalmente se combina con otras modalidades terapéuticas, como ejercicios específicos de fisioterapia, terapia manual y educación del paciente sobre el control y fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico.

Además, es fundamental que la magnetoterapia super inductiva sea administrada por un fisioterapeuta capacitado para garantizar su seguridad y eficacia.

Los ejercicios de Kegel son un tipo de ejercicios simples que ayudan a activar toda la musculatura pélvica, algo muy similar a los ejercicios de contención de la orina.

Es muy sencillo, lo que debemos hacer es realizar tres veces al día 10 contracciones de 5 segundos sin dejar de respirar, descansando 5 segundos entre contracción y contracción, pudiendo llegar a descansar 10 segundos en caso de sentirnos fatigadas. Te ayudaremos a somatizar la técnica y a realizarlos bien!

Por otro lado, tenemos la gimnasia abdominal hipopresiva que realizamos con mucho éxito en nuestra clínica, cuyo propósito es mejorar el tono de la musculatura del abdomen y del suelo pélvico. Estos ejercicios son un poco más complejos donde todo se basa en la postura. Se recomienda realizarlos con un entrenador que nos asegure que llevamos a cabo una correcta apnea respiratoria.